Cerrar Buscador

'Fallout': el caos que somos

Por Pablo Díaz Tena - Abril 21, 2024
'Fallout': el caos que somos
Escena de la serie 'Fallout'. Fuente: IMDB.

La serie es un gozoso pastiche posmoderno que, aunque parezca trivializar la violencia, sólo banaliza nuestra percepción y ejecución de la misma

De todos los seres vivos, sólo hay uno capaz de destruir tanto su especie como su entorno: el ser humano. Que la máxima forma de inteligencia racional conocida hasta ahora se obceque en buscar nuevas formas de aniquilación masiva es trágico. Pero es innegable que también tiene su reverso cómico. Solo una mirada cargada de refinado cinismo es capaz de captar esta naturaleza ambivalente tan genuinamente nuestra. Y eso hace Fallout, un gozoso pastiche posmoderno que aunque parezca trivializar la violencia, solo banaliza nuestra percepción y ejecución de la misma.

Adaptación del videojuego homónimo, la nueva producción de Prime Video es otra ucronía que plantea posibles resultados alternativos y devastadores de la guerra fría. Tras quedar la faz de la tierra desolada por numerosas bombas atómicas y su posterior radiación, los pocos humanos que sobreviven quedan a expensas de un infierno incesante; facciones distintas en conflicto, engendros diversos fruto de mutaciones, zombis sanguinarios y los tan asépticos como inquietantes refugios. La mencionada trama la canalizan tres personajes cuyos caminos están destinados a encontrarse. Aunque Ella Purnell y Aaron Moten cumplen con creces en sus respectivas caracterizaciones, es Walton Goggins quien da vida a un 'cowboy' decrépito, el que se adueña del show.

Su personaje es el antihérore del wéstern más clásico llevado al máximo exponente; letal, inmisericorde y sobre todo, carismático. Su figura trasciende por encima de la trama y es la que dota de verdadera identidad genérica a la serie: a pesar de los múltiples géneros que fluyen por las venas de Fallout el wéstern (más zombi que crepuscular) es su auténtica sangre. El oeste más salvaje que haya existido nunca.

Geneva Robertson-Dworet y Graham Wagner, creadores del serial, han dado vida a una obra ultraviolenta, sórdida, anfetamínica, satírica —en pleno apogeo de los 50 el American Dream se convierte en distopía individualista caníbal— y sobre todo directa: no esperen aquí diálogos trascendentes o momentos de introversión significantes para ensanchar la trama y confundir al espectador, esto va de caos y muerte a toda mecha. Con varios directores implicados en el proyecto —Jonathan Nolan entre ellos—, cada capítulo es un tour de force donde una brutalidad inexorable persigue a sus personajes en su particular odisea macabra.

Cada oasis efímero que encuentran los protagonistas se ve enturbiado por la irrupción de un estallido de violencia, tan estiloso como indómito; y es entonces donde la forma cristaliza el concepto. Al igual que con la estética pop que atraviesa todo el metraje y su contrapunto monstruoso, cada escena de acción tiene su propia banda sonora paródica y una cámara, que lenta y pesada, captura e inmortaliza a la perfección la absurda condición humana autodestructiva.

Con los errores comunes de una obra sobreestimulada —por ejemplo la reiteración de recursos visuales como la cámara lenta citada anteriormente—, es difícil que la perplejidad abandone al espectador durante toda la serie. Hipnóticos, asistimos entre carcajadas a un espectáculo grotesco y caótico sobre personas en el ojo de un huracán infinito. Pero a medida que se congela la imagen y se convierte en espejo, la carcajada da paso a la risa petrificada. El reflejo de la pantalla nos muestra a nosotros.

 Cartel de la serie 'Fallout'. Fuente: FilmAffinity.
Cartel de la serie 'Fallout'. Fuente: FilmAffinity.

FICHA TÉCNICA

Título original: Fallout

Año: 2024

Duración: 58 minutos

Creadores: Geneva Robertson-Dworet y Graham Wagner

Nota en IMDB: 8,6

Nota en FilmAffinity: 7,7

Nota del crítico: 4/5

He visto un error

Únete a nuestro boletín

COMENTARIOS


COMENTA CON FACEBOOK