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"El proyecto del Mirador de San Andrés sería una revolución para San Juan"

Por Fran Cano - Abril 21, 2024
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"El proyecto del Mirador de San Andrés sería una revolución para San Juan"

Conviven en Gabriel Soria Díaz (Jaén, 1966) las ganas de cambiar las cosas en San Juan con la frustración de que los años pasan y siguen los mismos problemas. Director del colegio Santa Capilla de San Andrés de Jaén desde 2018, ahora está inmerso en el proyecto del Mirador de San Andrés, una idea que trasciende al ámbito turístico y que podría revitalizar una zona degradada.

El que también fue candidato a la Alcaldía en las pasadas elecciones municipales por Ciudadanos, recibe a Lacontradejaén en el centro para abordar los problemas que afronta la educación en general y los obstáculos genuinamente políticos que impiden al barrio hacer una revolución. "Ningún partido hace nada que no dependa de un puñado de votos", asegura convencido. También lo están compañeros de una plataforma vecinal dispuesta a hacer un intento más por cambiar la suerte de la zona.

—¿En qué consiste el proyecto del Mirador de San Andrés?

—Es una idea que parte de los vecinos y que consiste, principalmente, en hacer un mirador en la calle Martínez Molina a la vez que facilita servicios para la comunidad y propicia que sea una zona ajardinada. Es importante que haya también un espacio para realizar eventos que organicen tanto el colegio como los vecinos. Es cierto que como centro educativo necesitamos un entorno para desarrollar las actividades.

Y los vecinos queremos tener un espacio educativo donde haya comedor, que no tenemos, un salón de actos espacioso e incluso una escuela de adultos —ahora está en un bajo— y un centro de interpretación de las tres culturas de la zona: judía, árabe y cristiana.

—Habla de una revolución para el barrio.

—Claro. Y respetando todos los restos arqueológicos, al tiempo que con una pasarela podrían ser visitados y darle a San Juan empaque turístico. Para salvar las pendientes hace falta un aparcamiento para los vecinos, que no hay.

—¿Cuándo empezaron a trabajar en ello?

—Sobre octubre del año pasado aproximadamente (enseña un plano donde está el proyecto detallado).

—San Juan acumula años con la sombra de la precariedad siendo un barrio con posibilidades. ¿Cuáles son los motivos de la decadencia?

—Aparte de la dejadez de las administraciones, el problema fundamental ha sido la política de vivienda, que ha supuesto regalar inmuebles a familias en riesgo de exclusión. Ha derivado en diferentes guetos en calles del casco antiguo, como Reventón, Cuna y alrededores. Hay sitios donde viven familias que están faltas de educación, por decirlo de alguna forma. La gente no quiere vivir aquí.

—Y eso que es un lugar con encanto.

—Sí, pero si no hay aparcamientos, si los accesos están complicados y son difíciles, y el barrio está lleno de casas casi destruidas y con solares, pues la gente no quiere vivir aquí. Se va.

—¿Cómo de importante es para el proyecto que haya un colegio involucrado?

—El 'San Andrés' es el colegio más antiguo de Andalucía y el tercero de España. Tiene 507 ó 508 años de antigüedad. Hablamos de un centro del que ha salido gente muy buena. El problema del colegio es que hay pocos nacimientos y, sin que nadie se lo tome mal, la gente es un poco clasista. Aquí, las familias en riesgo de exclusión y con falta de hábitos sociales demandados por todos tiene que llevar a sus hijos a un colegio. ¿Qué ocurre? Que hay un colegio concertado, Las Carmelitas, que es La Purísima, que ellos mismos a la hora de hacer el proceso de admisión coartan la asistencia de otros. Lo hacen veladamente, no públicamente. Y esas familias de las que hablamos traen a sus hijos al colegio San Andrés. En cambio, las que viven en San Andrés, Millán de Priego o Núñez de Balboa, que tienen más cultura y más poder adquisitivo, se van al otro centro.

Además, el alumnado migrante que viene de fuera y que acoge Cruz Roja o Jaén Acoge va al albergue, que también le corresponde nuestro centro. Entonces aquí tenemos argelinos, afganos, bielorrusos...

—Cada cual con su historia.

–Imagínese lo que puede venir aquí.

"EL APA III LLEVA 30 AÑOS PRÁCTICAMENTE IGUAL"

—¿Qué pasó con el APA III?

—Puf. Pues lleva ya 30 años exactamente como estaba. Se hizo un primer proyecto de un instituto, que cuando empezó era necesario, porque el San Juan Bosco se había quedado pequeño. Con la disminución de natalidad y de alumnado, la idea del instituto quedó obsoleta; no servía para nada. Hubo otra idea, hacer una escuela de hostelería, que no era mala y que incluso serviría para dar el servicio de comedor a los centros del barrio. Pero se desechó y tampoco se hizo. El Ayuntamiento y la Junta acordaron un cambio de terreno que ahora es de la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía (AVRA), cuya finalidad es construir vivienda sociales. Pero ¿ahí las vas a hacer? ¿Quién compra ahí? Nadie. A la AVRA no le interesa ese terreno realmente para construir viviendas, pero sí puede meterlo en la agenda urbana para lograr subvenciones de fondos europeos.

—¿Hay posibilidades de un nuevo equipamiento educativo para el barrio o ya ni piensan en ello?

—No. Si existiese alguna posibilidad sería en este mismo edificio en el que estamos. Quitarían el patio, que no sirve para nada, y se podría hacer algo más en condiciones.

—¿Secundaria aquí es imposible?

—Es impensable. Niños de tres años no pueden estar con otros de 15 y menos en esta época. Sí es cierto que hace falta una infraestructura. Está proyectado el Conservatorio de Danza en los edificios del 'Ruiz Jiménez', que es una ruina. No tenemos ni instalaciones deportivas propias para los residentes. La única que tenemos en el barrio es el pabellón del colegio, que está a tope entre las actividades propias del centro y del Ayuntamiento. No tiene uso vecinal.

—¿Qué otras necesidades urgen a San Juan?

—Primero, mejorar los accesos. Me parece que hay dos autobuses, uno que pasa por Millán de Priego y otro por Martínez Molina, pero sin la periodicidad adecuada. También hay que mejorar el aparcamiento y con nuestro idea es posible, es una manera de hacerlo. Hay que darle sobre todo vida y juventud al barrio, porque ahora la media de edad puede oscilar entre los 40 y los 50 años.

Y el problema es que la gente no se muda aquí por la falta de servicios. Fíjese, que entre la calle Martínez Molina y La Magdalena sólo hay dos bares. Hablamos de un tránsito de turismo sin ningún servicio y encima con el solar. Hay tiendas de alimentación y poco más.

"LOS NIÑOS SON IGUALES; HAN CAMBIADO LAS FAMILIAS"

—¿Siempre quiso ser docente?

—Desde niño, sí. Y sobre todo por la Educación Física. Me iba a ir a la Guardia Civil y pasé por la puerta de Magisterio, allá por el año 1993, y leí 'Primera promoción de Educación Física'. "Ésta es la mía", pensé. Y me matriculé.

—¿Cómo es impartir clase en un centro donde ya fue alumno?

—Bien. Es más fácil, porque conoces el entorno y a los vecinos. Normalmente, he estado antes con la mayoría de ellos. Salvo algunas familias de la parte alta de San Juan, al resto los conozco.

—¿Qué tal son los niños de ahora? ¿Muy diferentes a los de su generación?

—Los niños son iguales; los que han cambiado son las familias, los padres. La falta de preocupación de un buen número de padres en este centro es tremenda. Antes no faltabas al colegio ni un día; ahora faltar parece la norma. Antes, si el tutor llamaba al padre, éste venía para solucionar los problemas del niño y existía el respeto a la figura del profesor. Ahora parece que los maestros somos los culpables. Los niños siguen siendo niños, son iguales. Si no hay apoyo por parte de las familias, poco se puede hacer desde el centro.

—Hoy hay más recursos que nunca para enseñar, desde internet hasta herramientas de la tecnología de la información. ¿Es más fácil o más difícil que antes?

—Vamos a ver. La enseñanza depende de cómo utilices las herramientas que tienes. Un buen uso de ellas facilita la enseñanza, y un mal uso perjudica. Estamos ante una generación que hasta que transcurran ocho o nueve años no estará bien formada en el uso de las tecnologías. El problema es que cuando llegue esa generación las tecnologías serán diferentes, y siempre existirá ese desfase. ¿Por qué? Porque estamos educando para la actualidad, y la escuela tiene que educar para el siglo XXII.

—Tiene que mirar al futuro.

—Claro, la escuela no puede ser aprender las tablas de multiplicar. Tiene que estar ligada a cómo será el mundo dentro de veinte años. Ése es el problema que encontramos ahora. ¿Por qué existe falta de formación en un sector del profesorado? Porque no fueron educados para este momento.

—¿Qué le dejó su experiencia como candidato a la Alcaldía? ¿Lo volvería a intentar?

—Por supuesto que lo volvería hacer. Porque estoy viendo que aquí los políticos no trabajan para la gente. Lo hacen para su sillón y para su sueldo. Y se lo digo desde dentro, de verdad. No me lo invento. Aquí ningún político toma una decisión que no dependa de un puñado de votos. Ninguno, aunque tome el nombre de 'Jaén Merece Más' o sea de una ideología o de otra. Si la toma, lo hace por un puñado de votos y no por la mejoría de la población.

—Y estando convencido de eso dice que lo intentaría de nuevo.

—Sí, porque alguna vez la gente se dará cuenta, y no sé si pasará antes o después de que me muera. Pero digo yo que alguna vez se darán cuenta de que hay dos partidos que te están jodiendo la vida, a la mayoría. Otra gente va bien, claro. ¿No ves que Jaén tiene una deuda de 700 millones de euros y ninguno ha hecho nada? El PP estuvo todo el año pasado repitiendo que había que sacar los presupuestos. Y ahora que estás tú al frente ya no hay que sacarlos, porque te has dado cuenta de que es imposible. Entonces, ¿de qué estamos hablando? Ésa es la política en Jaén y en España. Y así somos los jienenses y los españoles: no votamos porque uno sea bueno o malo; votamos para que no gane el otro.

Fotos y vídeo: Fran Cano.

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