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TIAHUANACO, ENTRE LOS ANDES Y JABALCUZ

TIAHUANACO, ENTRE LOS ANDES Y JABALCUZ

Por Javier Cano - Enero 20, 2024
Compartir en X @JavierC91311858

El mismo año que a España le llegaba su Constitución democrática, irrumpía en el panorama artístico jiennense uno de los grupos musicales más emblemáticos de la provincia. Cuatro décadas largas después, la formación mantiene intacto un prestigio que día a día la acerca más a la categoría de mito 

Pocos jiennenses sabían, allá por 1978, lo que era una quena, un sicu, una zampoña o un charango. Preguntarle a cualquiera por un huayno, una zamba o un carnavalito generaba el silencio propio de la ignorancia por respuesta, y hasta los ponchos (que los chaveas de aquí vestían con naturalidad de peque peruano las frías mañanas de colegio) despertaban sorpresa si quienes los lucían eran ya talluditos muchachos. 

Y eso que los ecos de la música andina, en su versión más contestataria, eran por entonces clamorosos a este lado del Charco a cuenta de formaciones que como Inti Illimani o Quilapayún (primero) e Illapu (algo después) se encargaban de difundir el folclore prehispánico, aderezado de rabiosa actualidad temática, por todos y cada uno de los rincones del mundo. 

"Eso era lo que yo escuchaba entonces, y también lo que yo cantaba, de Mercedes Sosa y de esos grupos", evoca para este periódico la conocida actriz jaenera Rosario Pardo, más vinculada (en sus principios) a la música que a la interpretación. 

 Aymara, el primer grupo jiennense de música andina, en una de sus primeras actuaciones, a finales de los 70. Foto cedida por Antonio Martínez Liébana.
Aymara, el primer grupo jiennense de música andina, en una de sus primeras actuaciones, a finales de los 70. Foto cedida por Antonio Martínez Liébana.

LOS ORÍGENES

En ese contexto sociopolítico, en ese tránsito del tardofranquismo a la democracia, el mar de olivos vio nacer formaciones como Aymara, acaso precedente de Tiahuanaco, protagonista indiscutible de este reportaje, como recuerda uno de sus fundadores, el músico Antonio Martínez Liébana:

"Surgió en el año 75 entre Francisco del Moral (que ya no está entre nosotros), Miguel Aguilera y yo, que formamos Aymara. Todo venía rodado por lo que había ocurrido en Chile [el golpe de Pinochet, la caída de Allende, la muerte de Neruda...], pero nosotros nos dedicábamos más al tema musical de raíz que al de protesta. Aunque podíamos estar con la causa chilena, nos centramos más en la música popular".

Cabe destacar, de ese periodo, la adaptación músico-escénica de la Cantata de Santa María de Iquique que la formación paseó por diferentes zonas de Jaén y provincia entre los años 76 y 77, compuesta una década antes por el chileno Luis Advis y que tiene como eje temático la matanza de la escuela del mismo nombre, acontecida en 1907.

Un acontecimiento cultural en la época, que reunió sobre el escenario a músicos y gente del teatro local, entre ellos a la propia Pardo: 

"Rosario contribuyó a la presentación que hicimos de la cantata, ella estaba en la parte musical. Había un elenco de actores que participó en esa escenificación; ella hacía sus pinitos con canciones de Violeta Parra, recuerdo", comenta Martínez, y la popular Nieves de Cuéntame lo corrobora:

"Siempre lo he dicho, que al teatro llegué de casualidad. Yo tenía que ser cantante, porque además es donde mejor me siento y más feliz soy, cuando canto, más que interpretando. Pero ya se sabe, la vida...". La artista nacida en la castiza calle Cerón prosigue:

"Yo estaba haciendo una obra de teatro en Jaén en la que colaboraba como música con la guitarra, una chica se puso mala y me dijeron que había que sustituirla y, como yo me sabía el papel, esa tarde lo hice yo. Es decir, que al teatro llegué porque cantaba". Aclarado queda. 

Poco tiempo después, el año mismo que la Constitución Española se hacía realidad, nacía Tiahuanaco: "Esto venía rebotado de Aymara; nos enteramos de que había otros dos chicos que tocaban la flauta dulce y la guitarra (Juan Moreno y Luis Delgado), los llamamos y decidimos arrancar con el grupo. Juan Sedeño entró un año más tarde", explica Antonio Martínez.

Al mismo tiempo morían Aymara y otro dúo de la época con los mismos aires, Los Huacareros, cuenta Luis Delgado a este periódico.

 En 1980, en el patio del Ayuntamiento de Cazorla. Foto cedida por Antonio Martínez Liébanas.
En 1980, en el patio del Ayuntamiento de Cazorla. Foto cedida por Antonio Martínez Liébanas.

Autobautizados con el sonoro y exótico nombre que remite a una civilización boliviana que abarcó del 400 antes de Cristo al 1200 de la era actual, estos originales cantores de Quilla Huasi más de Jaén que el Camarín llamaron la atención de un público maravillado por la riqueza de matices de una música atemporal. 

Pero, ¿cómo se las ingeniaron estos músicos "de oído" (según Delgado, el único que había pasado por un conservatorio fue Sedeño) para dominar un repertorio tan remoto y, a la par, para armarse de instrumentos propios de la tradición sudamericana más honda?

"Nuestra manera de aprender era tipo búho: fijándonos. A la hora de aprender los ritmos, era dando vuelta atrás a los discos. Incluso instrumentalmente, no conocíamos instrumentos buenos hasta que nos pudimos ir haciendo con ellos en Madrid, en la tienda Garrido Bailén; cada vez que íbamos nos hacían la ola, porque íbamos con las manos llenas y volvían vacías", rememora Luis Delgado Gregorio. 

"Luego tuvimos la suerte de conocer a Nicolás Pérez González, 'Lambaré', un gran músico paraguayo que fue componente de Los Calchakis; curiosamente tenía familia en Jaén, y cada vez que venía a verla nos traía instrumentos buenos". Más tarde, la llegada de internet facilitaría (y mucho) la adquisición de las piezas. 

EL SALTO A LA POPULARIDAD

Una conquista paulatina que tuvo una de sus cumbres cuando Tiahuanaco se plantó en el escenario del mítico programa de televisión Gente Joven:

"La primera vez fue en el 82, y para nosotros supuso una apertura de conocimiento a nivel de sitios para actuar, semanas culturales y ayuntamientos que apostaban por nosotros; fue romper, irrumpir en el panorama musical por parte de un grupo que hasta ese momento no se había visto en directo por las zonas donde solíamos actuar. Además fuimos uno de los primeros grupos de musica folk latinoamericana en España", afirma Martínez.  

"Eran los únicos que hacían ese tipo de música en Jaén, y estábamos encantados de que fuera así. Esto va por modas, y en aquel momento era Hispanoamérica. Yo recuerdo que ensayaba con ellos, cantaba prácticamente lo mismo y me parecía muy intresante que fueran de Jaén. Eran muy jovencillos, ellos y nosotros. Tocaban muy bien, me acuerdo perfectamente de la quena, del charango..., controlaban mucho musicalmente. Hace muchísimo que no los veo, han pasado unos cincuenta años ya", añade Rosario Pardo. 

 Contraportada del primer trabajo discográfico del grupo, de 1990. Foto: Tiahuanaco Blogspot
Contraportada del primer trabajo discográfico del grupo, de 1990. Foto: Tiahuanaco Blogspot

DOS DISCOS Y UN FESTIVAL DE FIGURAS

Con estos mimbres llegó el primer disco, Recuerdos, en 1990. Diez temas que abarcan desde piezas célebres del folclore boliviano hasta el repertorio argentino, pasando por Perú, Chile, un poema adaptado de Neruda y hasta los famosos Recuerdos de la Alhambra de Tárrega en modo andino:

"Tuvo por mecenas al Colegio de Arquitectos de Jaén y, como nota curiosa, somos el único grupo al que se le concedió llevar impreso el logo de la Comisión del V Centenario del Descubrimiento de América", celebra el artista. Algo tendrá el agua cuando la bendicen. 

Ocho ejercicios más tarde, la formación conmemoró su vigésimo aniversario con nuevo trabajo de estudio, 20 años, donde convivían auténticos himnos del género como Señora chichera con exitazos cinematográficos de la categoría de La Misión de Morricone. 

Para entonces hacía seis años que Jaén contaba en su calendario cultural con una convocatoria anual cuyos carteles derrochaban figuras internacionales: la Muestra de Música Latinoamericana

Una cita promovida por Tiahuanaco y "auspiciada por los diferentes ayuntamientos de la capital a lo largo de los años" (Delgado dixit) por la que pasaron, desde su creación hasta la última edición (en 2003), nombres propios del acervo artístico panhispánico como los mismísimos Calchakis, Alberto Cortez, Rafael Amor, Sabandeños, María Dolores Pradera, La Vieja Trova Santiaguera, Carlos Cano, el Trío Siboney, Gustavo Patiño, Los Chalchaleros, Los Fronterizos...

MÁS ALLÁ DEL ESCENARIO

Está claro que, a lo largo de sus vidas, Antonio Martínez y Luis Delgado han coincidido en sus gustos musicales hasta el punto de compartir un camino común que, a día de hoy, mantiene intacto su prestigio de grupo de culto, de músicos dignos de devoción. 

Pero es que también parecen haberse puesto de acuerdo a la hora de valorar la importancia de Tiahuanaco en sus respectivas aventuras vitales. ¿Que no? Lean, lean...

"Para mí ha supuesto todo, musical y personalmente. Tanto es así, que conocí a mi mujer con Tiahuanaco, nacieron mis hijos (uno de ellos hoy está integrado en el grupo, es un multiinstrumentista fabuloso, estoy orgulloso de él). Martínez sentencia: "Ha supuesto todo en mi vida, tanto la personal como la musical han ido de la mano de Tiahuanaco".

Por su parte, Luis Delgado apunta a su pertenencia a esta formación como "una forma de vida": "A nivel humano, el poder conocer a Antonio Martínez, a Juan Moreno, a Juan Sedeño y a todos los que después han pasado" (Edison Saúl Lucero, Antonio Martínez Jr., Sebastián Barajas y José María Mesbáiler —actuales miembros del grupo junto con los dos hijos de Delgado, los hermanos Luis y Fernando—; el ya citado y fallecido Del Moral, Miguel Aguilera, Cristóbal Gámez, Sebastián vivo, Juan Guerrero, Marco Uyagüari y Norberto Vilches).

"Eso me ha supuesto un enriquecimiento personal y, cómo no, musical, con tantas experiencias vividas, cuando no existían teléfonos móviles, viajando en un coche cuando ir Jaén a Santiago de la Espada duraba seis horas, unas horas que daban para mucho".

También en lo musical; una "apertura de miras" que, además, le ha permitido compartir escenario con "grandes artistas de los que se aprende muchísimo". Hasta en el aspecto familiar, porque a Delgado se le puede calificar como patriarca de una dinastía musical labrada a fuerza de "inculcarles el amor a la música sin que descuidaran sus carreras, sus trabajos". 

Y en lo profesional, ¿quién no se ha percatado de que en la oficina de la entidad bancaria en la que se jubiló, Luis Delgado levantaba murmullos entre el personal cuando le tocaba atender una visita?: "Ese es de Tiahuanaco", decían al verle. 

 Cartel de la segunda edición de la Muestra de Música Latinoamericana. Foto: Tiahuanaco Blogspot
Cartel de la segunda edición de la Muestra de Música Latinoamericana. Foto: Tiahuanaco Blogspot

EN ABRIL, GRAN HOMENAJE DE JAÉN

Después de cuarenta y seis años en activo, no es menos cierto que ver a Tiahuanaco últimamente es de todo menos fácil, si se tiene en cuenta que sus actuaciones y conciertos cada vez se han ido espaciando más en el tiempo. 

Si desde sus principios se puede decir que no les quedó punto de la geografía provincial donde no cantasen (por citar solamente sus comparecencias dentro del ámbito del Santo Reino), también es verdad que en el tercer milenio se pueden contar con los dedos de una mano. 

Sin embargo, esa impresencia continuada no ha mermado ni un ápice su atractivo y, como demostraron en la celebración de sus bodas de plata en el Darymelia, allá por 2003, su capacidad de convocatoria pesa más que el silencio. 

En estas mismas páginas digitales, hace justo doce meses, Luis Delgado daba un rotundo titular a su entrevista: "Tiahuanaco tiene que ofrecer, al menos, un concierto de despedida". 

Si será de adiós definitivo o de "aquí estamos de nuevo" ya se verá, pero lo que sí toma forma es el gran homenaje que, según ha podido saber Lacontradejaén, el próximo mes de abril le rendirá la ciudad de Jaén en el teatro Infanta Leonor, sobre cuyas tablas volverán a cantar aquello de "Te propongo Sirviñaco, / si tus tatas dan lugar/ p'a l'alzada del tabaco / vámonos a trabajar.

"La idea ha partido de dos seguidores del grupo, dos hermanos fanáticos de Tiahuanaco, y nos lo propusieron", comentan fuentes de la organización del tributo. Al parecer, nada más recibir la propuesta, desde el Ayuntamiento la hicieron suya y ya trabajan en ello:

"Hicimos un sondeo, a ver qué posibilidades había, y encontramos una respuesta increíble; se ha creado una pequeña comisión y ya se le ha dado forma", dicen, y apostillan: "La respuesta es tan buena que estamos siendo bastante ambiciosos". 

Al hilo de esto, a día de hoy está proyectado un concierto en el que participarán también grupos que han recibido la influencia de Tiahuanaco, como Vientos del Sur, Guaren, Amaranto, la Tuna Universitaria...

Una exposición de instrumentos andinos y fotografía, un foro documental en el que puedan participar los jiennenses, demostraciones musicales con dichos instrumentos y conferencias completarían el programa previsto, en plena confección y que tendrá (según prevén) carácter benéfico. Tampoco se descarta, según las mismas fuentes, la petición de rotular una calle con el nombre de la formación.  

"Nos ha pillado de sorpresa y nos ha llenado de satisfacción ver que hay gente que quiere rendirnos un homenaje, y lo bien recibida que ha sido esa propuesta. Nos llama poderosamente la atención que sin estar en el candelero, haya gente que pide un homenaje para nosotros por lo hecho durante tantos años", exclama Antonio Martínez.

Por su parte, Luis Delgado manifiesta: "Es una gran iusión poder volver a estar con nuestra gente, nuestros amigos, con las canciones que nos siguen demandando cuando nos ven por la calle. ¿'Cuándo vamos a veros tocar Recuerdo otra vez?". Parece que ya mismo, en cuanto Jaén se sacuda el olor a incienso. 

 Fundadores y nuevos miembros actuaron en el concierto por el 25 aniversario del grupo, en el Darymelia. Foto: Tiahuanaco Blogspot
Fundadores y nuevos miembros actuaron en el concierto por el 25 aniversario del grupo, en el Darymelia. Foto: Tiahuanaco Blogspot

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COMENTARIOS

Javier Ráez

Javier Ráez Enero 20, 2024

Buenísimo artículo que pone justamente en valor el buen hacer musico-cultural de este grupo. Gracias por vuestra trayectoria profesional. ¡Cuánto bien habéis hecho!

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Juan Martinez Manzanares

Juan Martinez Manzanares Enero 20, 2024

Rememorar es volver a vivir. Que placer recordar a Luis con su requinto y a Sebastian con quien junto a Igone cantamos una noche de farra en Hornos

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